el blog de modulab

lunes, 4 de abril de 2016

La casa industrializada. Seis propuestas para este milenio.

LA CASA INDUSTRIALIZADA. SEIS PROPUESTAS PARA ESTE MILENIO.

Hoy comenzamos con el trasvase de textos desde la Tesis doctoral La Casa Industrializada. Seis Propuestas para este milenio que se llevó a cabo con el fin de dotarnos del conocimiento suficiente para abordar esta compleja tarea de la industrialización de la casa, esperamos que lo encontréis de interés.
En el año 2007 formamos el estudio Modulab con la intención de ofrecer al mercado vivienda modular ecoeficiente. Echando la vista atrás reconozco que no sabíamos con claridad que quería decir el término, pero si que sabíamos que buscábamos una manera más eficaz de producir vivienda unifamiliar, desde la fase de diseño a la construcción de la misma.



Como tantos otros caímos en la fascinación de las imágenes de camiones transportando módulos y grúas colocándolos en cuestión de minutos en su sitio; de fábricas produciendo esos módulos en entornos controlados etc. Sabíamos que no era una idea nueva, pero pensábamos, de nuevo como tantos otros, que era una idea con futuro.
Comenzamos nuestro camino en Modulab con una gran carga de voluntad e ingenuidad, en un territorio donde antes que nosotros, otros habían transitado y fracasado en el intento. Grandes arquitectos con fuerte apoyo gubernamental, brillantes y exitosos empresarios, habían intentado llevar a cabo una vivienda que aprovechase el potencial industrial para que, de la misma manera que el automóvil, lograse ofrecer una vivienda de calidad a las clases medias de las sociedades industrializadas.
Si nos íbamos a adentrar en este territorio plagado de ilustres cadáveres era necesario saber que les sucedió, quien fracasó y quien tuvo éxito y por qué. Al mismo tiempo, conocer, no solo la historia de la casa industrializada, sino los procedimientos y estrategias llevados a cabo por los productores industriales de la casa en un aspecto panorámico que abarcase desde el diseño, los materiales empleados, e incluso la venta de estos productos.
Llevar a cabo la casa a través de la industria supone utilizar sus herramientas para mejorar el acceso a una vivienda de calidad que haga uso de la mejor tecnología disponible y simplifique los procesos.
Hacerse una Casa es más que un hecho arquitectónico, es un hito en la vida de los que la llevan a cabo y en nuestra sociedad supone un acto que trasciende la mera necesidad y tiene implicaciones en la noción de estatus y los modos de vida particulares.
Los textos que aparecerán en este blog se centrarán en la vivienda unifamiliar como ámbito completo y autónomo que tiene sus propios requerimientos, mecanismos y procesos, y que difieren radicalmente de los que operan en la vivienda colectiva.
Finalmente, el blog surge como como un alegato a favor de la Casa Industrializada como propuesta de futuro próximo para este milenio y como un manual, para todo aquel que quiera adentrarse en este delicado mundo de promesas siempre futuras.

LA CASA COMO PRODUCTO INDUSTRIAL

La idea de fabricar casas1 como se fabricaban automóviles se apoderó de la mente de los arquitectos desde que en 1908 Ford sacase al mercado su modelo T, el coche para las masas. 

Pero a pesar de la adhesión a la idea de casas producidas por la industria por parte de los principales arquitectos del movimiento moderno,2 el sueño de la casa fabricada aún no se ha hecho una realidad extendida en nuestra sociedad salvo los casos de países como Estados Unidos, Suecia o Japón, llevadas a cabo por industrias que ofrecen vivienda, prefabricada, modular o industrializada, la mayor parte de las veces fuera de la mano de los arquitectos.
Los objetos que nos rodean, desde los automóviles, la ropa y los alimentos, son realizados siguiendo procedimientos industriales, aún así, la casa individual sigue siendo un reducto de la artesanía, escapando a la producción industrial, ofreciendo a la sociedad productos de una tecnología anacrónica, con un tiempo excesivo en su elaboración, un consumo desproporcionado de recursos, un coste descontrolado en su producción y bajas prestaciones.
Producir la casa a través de la industria no es solo utilizar procesos eficaces, elementos prefabricados o industrializados en mayor o menor cantidad en su realización; es entender la Casa como un producto industrial más y como tal no se dirige a la producción sino que lo hace a un determinado usuario y un determinado mercado. La Casa Industrializada en este sentido constituye el producto industrial más grande en el mercado.3
Es decir, no se trata de realizar un proyecto singular de “manera” industrializada, sino de realizar un producto destinado a la misma lógica de reproducción y consumo de los productos industriales, ser producido y consumido en cantidad y, lo que es más importante y veremos más adelante, posibilidad de elección. Que podamos elegir una casa del mismo modo que elegimos un automóvil y beneficiarnos de la misma manera de una continua sucesión de mejoras en la elaboración y la calidad de estos productos.
Pero ¿por que no ha sido llevado a cabo este sueño de la mano de los arquitectos hasta ahora? ¿A través de que valores, estrategias o procedimientos puede la Casa Industrializada ofrecerse como una opción real dentro de las posibilidades que tenemos a la hora de hacernos nuestra casa?
Una de las posibles causas del fallo de los arquitectos en la consecución del sueño de la Casa Industrializada pudo ser el no querer entender que ésta pertenece a un ámbito que trasciende lo que de forma académica se considera como arquitectónico, o no encontrar interés en los aspectos más allá de su propia disciplina:
Para muchos arquitectos, la recompensa (en la realización de la Casa a través de la industria) radicaba en el reto creativo e intelectual inherente en el diseño en si mismo más que en su última realización.4
La Casa Industrializada como producto industrial abarca campos más amplios que los de la producción arquitectónica tradicional, singular y a medida. Para entender realmente la Casa Industrializada en este entorno hay que considerarla como un producto industrial en un contexto amplio tal y como define Bender:
Para comprender y controlar la naturaleza de nuestra industrialización es necesario considerar como parte de una única operación la producción, investigación, diseño del sistema, diseño del producto, fabricación, venta, distribución e incluso el suministro del producto acabado.5
Pero para conseguir realizar un producto, Casa, de éxito en el mercado, serán necesarias varias lógicas que confluyan desde distintas perspectivas:
El éxito en la fabricación de viviendas dependerá de una combinación de cerebro gestor, perspicacia financiera, destreza ingenieril, sensibilidad estética, conciencia social y una sabia visión del mercado.6
En un artículo escrito en Julio de 1944 en Arts and Architecture, Charles Eames y John Entenza sugieren que cualquier arquitecto que quiera construir una casa prefabricada que sea realmente exitosa, debe trabajar con un espíritu que combine diversas formas de pensamiento tanto industrial, como económico y científico.
La mayor parte de estudios dirigidos a arquitectos sobre la Casa Industrializada sitúan a ésta en el contexto propio de la arquitectura, analizando su evolución histórica, las aportaciones de los arquitectos implicados en ella, la descripción y análisis de sus propuestas desde una perspectiva casi exclusivamente académica.7
El libro de Burnham Kelly The Prefabrication of Houses es una de las salvedades en este campo y en él se trata la casa en un aspecto global incluyendo desde los materiales empleados a la gestión de las empresas, pasando por el diseño y el marketing. Para entender realmente la Casa Industrializada, volviendo a las palabras de Bender, hay que considerarla como un producto social e industrial en esa visión global.
Desde el aspecto social es necesario entender los valores afectivos y culturales que convergen en la idea de la casa. Desde la producción industrial es necesario considerar los aspectos que atañen a la eficacia de producción y a la multiplicación de los productos. Desde la lógica del mercado es necesario comprender como funcionan las estrategias del marketing y la comunicación así como las lógicas del deseo y el consumo incluyendo el concepto de obsolescencia de los productos.
Estos textos buscan llenar ese vacío, retomando el testigo del libro de Kelly, y satisfacer la necesidad de ese conocimiento amplio dirigido a todos aquellos arquitectos que quieran adentrarse en este fascinante mundo. Y, finalmente, ser un alegato por la producción eficaz de vivienda unifamiliar, un territorio que abandonó la arquitectura a mediados del siglo XX, sabiendo, que si no lo hacemos nosotros otros vendrán y lo harán.
Esperando que el siglo XXI vea por fin cumplido el sueño de la Casa Industrializada de la mano de los arquitectos que ofrezca a la población una casa de calidad a coste razonable como hecho extendido en nuestra sociedad.
Una arquitectura vendrá! (Alejandro de la Sota.)
1El término Casa se utiliza para referirse a vivienda unifamiliar aislada, el blog como se verá más adelante no trata de la industrialización del alojamiento sino de la industrialización de la Casa.
2La lista de arquitectos que realizaron al menos un proyecto en esta línea es larga y bastante completa: Le Corbusier, Gropius, Wright, Aalto, Ginzburg, Schlinder, Neutra, Breuer, Fuller, Prouvé (aunque estos dos últimos no fuesen oficialmente arquitectos), Koenig, R, Soriano, Elwood, Utzon, R Piano, Rogers, Horden, Sota y más recientemente, Kengo Kuma, Toyo Ito, Libeskind, Ábalos y Herreros, Tham y Videgard y Ray Kapee entre otros.
3Más grande que un electrodoméstico, más grande que un coche.
4HERBERT. The Dream Of The Factory Made House. MIT press Cambridge. Massachusetts. 1984. p.6.
5BENDER, Richard, Una visión de la construcción industrializada. Barcelona. Gustavo Gili. 1976. A crack in the rear-view window. A view of industrialized Building. Nueva York 1973. p.139.
6BURCHARD, J prólogo a KELLY, Burnham. The Prefabrication of Houses. Cambridge, Mass Technology Press. 1951. p.IX.
7Herbert en The Dream of the Factory-Made House (1984), establece un discurso histórico en el que partiendo del origen de la Casa Industrializada narra la historia fallida de la Packaged House de Gropius y Wachsmann dejando finalmente abierta la pregunta de si realmente el sueño de la vivienda fabricada acabó en ese proyecto. Davies en The Prefabricated Home(2005) realiza un análisis histórico estableciendo una división entre la historia “arquitectónica” y la historia “no arquitectónica”, insistiendo en los fracasos de los arquitectos y elogiando del mismo modo que Herbert el triunfo del Mobile Home como la casa del siglo, la única y verdadera experiencia exitosa de la Casa Industrializada. Pero aunque Herbert y Davies tocan de pasada las cuestiones asociadas a producción, distribución y marketing, apenas profundizan en ellos.